Nerea Cenoz Nutrición y Dietética

Dieta mediterránea para la pérdida de grasa

La dieta mediterránea es una forma de alimentación basada en las cocinas tradicionales de los países que bordean el mar Mediterráneo. Una valiosa herencia cultural cimentada en una forma de alimentación equilibrada y que recoge recetas, costumbres, maneras de cocinar platos y productos típicos, y que es universalmente reconocida en todo el mundo por sus valores nutricionales. No en vano, la propia UNESCO la considera como uno de los elementos de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

¿En qué consiste exactamente la Dieta mediterránea?

El patrón alimentario de esta dieta se centra en los hábitos culinarios de los países del Mediterráneo, donde crecen los olivos, como España, Italia o Grecia. Basada originariamente en el consumo de alimentos que se obtienen de los cultivos tradicionales en estos países como el trigo, el olivo y la vid, el descubrimiento de América permitió incluir en ella nuevas especies de vegetales tales como la patata, el pimiento y el tomate.
Principalmente, la dieta mediterránea se caracteriza por un alto del consumo verduras, frutas, legumbres, cereales y sus derivados integrales, frutos secos, pescado y el aceite de oliva como principal fuente de grasas. También incluye moderadas cantidades de aves, lácteos y huevos, mientras que el consumo de carnes rojas, alimentos procesados y azúcares añadidos está muy limitado.

¿Cuándo surge el concepto de dieta mediterránea?

Las primeras referencias científicas a una dieta mediterraéna datan del año 1948, cuando el epidemiólogo Leland G. Allbaugh estudió el modo de vida de los habitantes de la isla de Creta, comparando su alimentación con la de Grecia y Estados Unidos. Se encargó además de acuñar el término de dieta mediterránea para referirse al estilo de alimentación propio de los países de la ribera del mediterráneo (Creta, Grecia, Sur de Italia y España), y que se asociaba con una menor incidencia de enfermedad coronaria y de muerte por esta causa.

¿Qué beneficios aporta a nuestra salud?

La dieta Mediterránea se enfoca en una forma de alimentación saludable que prioriza el consumo de alimentos frescos y naturales, basándose en los sabores y las tradiciones de la región mediterránea, beneficiando así la salud y ayudando a disminuir el riesgo de contraer enfermedades cardíacas, cáncer, diabetes y enfermedades degenerativas.
 
Entre los múltiples beneficios para la salud de este patrón alimentario están el tipo de grasa que lo caracteriza (aceite de oliva, pescado y frutos secos), la riqueza en micronutritientes que contiene, fruto de la utilización de verduras de temporada, hierbas aromáticas y condimentos, y que hacen a esta dieta perfectamente compatible con el placer de degustar sabrosos platos.
 
Entre los principales beneficios para la salud de la dieta mediterránea destacan los siguientes:
 

  • Reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares: Numerosos estudios han demostrado que seguir una dieta mediterránea puede reducir el riesgo de enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares. Esto se debe en parte a su alto contenido de ácidos grasos y monoinsaturados presentes en el aceite de oliva, y que ayudan a mantener niveles saludables de colesterol.
  • Mejora de la salud cerebral: La dieta mediterránea se ha asociado con un menor riesgo de deterioro cognitivo, demencia y Alzheimer. Los alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, presentes en el pescado y los frutos secos, así como los antioxidantes presentes en las frutas y verduras, pueden tener un efecto protector sobre el cerebro.
  • Control del peso y prevención de la obesidad: al estar basada en alimentos frescos y naturales, con un bajo contenido de alimentos procesados y de azúcares añadidos, este enfoque equilibrado y rico en fibra puede ayudar a controlar el peso y prevenir la obesidad.
  • Reducción del riesgo de diabetes tipo 2: Se ha observado que seguir una dieta mediterránea se asocia con un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, debido a la abundancia de alimentos ricos en fibra, como las legumbres y los cereales integrales, así como a la presencia de grasas saludables.
  • Protección contra algunos tipos de cáncer: Aunque no existen garantías absolutas, algunos estudios sugieren que la dieta mediterránea puede tener un efecto protector contra ciertos de cáncer, como el colorrectal y el cáncer de mama. Esto puede deberse a la presencia de antioxidantes, fitoquímicos y grasas saludables en los alimentos que la componen.

¿Cómo contribuye la dieta mediterránea a la pérdida de grasa corporal?

La dieta mediterránea ha sido ampliamente estudiada en relación con la pérdida de grasa corporal y la salud en general, y sus beneficios se han respaldado en numerosos estudios a lo largo de los años. Así, por ejemplo, destacan estudios como el PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea), uno de los más importantes y amplios sobre la dieta mediterránea. Publicado en el New England Journal of Medicine en 2013, el estudio concluyó que seguir una dieta mediterránea enriquecida con aceite de oliva virgen extra o frutos secos reduce significativamente la incidencia de obesidad abdominal en comparación con una dieta baja en grasa. Además, se observó una mayor pérdida de peso en los participantes que seguían la dieta mediterránea.

Por su parte, más recientemente, en 2020, se publicó en la revista Diabetes Care el PREDIMED-Plus DREAM, en el que se analizó los efectos de la dieta mediterránea en combinación con la actividad física y una intervención conductual en la pérdida de peso en individuos con diabetes tipo 2. Los resultados mostraron que la dieta mediterránea fue eficaz para reducir el peso corporal, la circunferencia de la cintura y la grasa corporal en comparación con el grupo de control.

Estos estudios, junto con otras investigaciones científicas, respaldan consistentemente los beneficios de la dieta mediterránea para la pérdida de grasa y el mantenimiento de un peso saludable.