Llegamos a la consulta en enero de 2017 cuando David tenia 6 años y tenia bastante sobrepeso (y eso que es un niño que no para un segundo... quieto) y mucha mucosidad.
Poco apoco su peso fue bajando, el se siente mucho más ágil y más seguro de si mismo, aunque a veces protesta por no poder comer lo que realmente le apetece en ese momento; pero la verdad es que lo lleva bastante bien.
A día de hoy (en 2018) ya no se le ve como un niño gordo, han sido 7 kilos los que hemos conseguido bajar, que en un niño son muchos creo yo, y sobre todo los mocos han desaparecido por completo.
Estamos muy contentos del resultado y él sobre todo. Cuesta esfuerzo pero al final realmente merece la pena.
Los papás de David I.B.
Opinión 9 de 69